Lo tradicional y la modernidad se unen en este food truck a la bilbaína. Arquimaña ha conseguido retomar el carrito de los perritos calientes, eso sí, esta vez con un giro de tuerca en lo que se refiere tanto a su comida, como a su diseño.
Un food truck que hace alarde de un diseño limpio y eficiente, además de productos de alta calidad. Así es el proyecto titulado «Salchibotxo» donde los productos vendidos son locales. El objetivo era que el bilbaíno de a pie identificase rápidamente la tradición que reside en los productos comercializados, las salchichas de los hermanos Tathe y la cerveza de La Salve; pero que a su vez fuese capaz de identificar la modernidad de este atípico carrito de perritos calientes, aunque mejor llamémoslo «Salchibotxo», el perrito caliente artesano más conocido del Botxo.
El resultado es un carro desplegable y polivalente, fabricado con roble y chapa perforada mediante láser, que en el exterior cumple la función de puesto de perritos artesanos, pero además sirve como puesto portátil en eventos culinarios dentro del Bistro Guggenheim.