Si es que da igual lo que nos digan: que si se pasan de moda, que si vuelven, que si se repiten, o que si se olvidan. ¡Pero si a nosotros nos da igual, para algo somos hipsters! Nos mola la barba y punto. Nos encanta de hecho, nos pone burretes en todas sus modalidades. Y cuanto más estrafalaria es, cuanto más colgado está el que la lleva, más nos gusta. Porque la barba es mucho más que pelo en la cara, también es un modo de revindicar que nos la repampinfla el mundo, las convenciones y sobre todo las cuchillas. Gillet, no somos tu Venus, ¿vale? Nos gusta el vello, porque nos hace bellos.
Ésta es también la opinión de Brandon Baker, que a través de su cuenta instagram «Brandon_baker» le vocea al mundo que no se piensa afeitar, y además le saca un estupendo partido artístico a su melena facial. Flores, pintura, nieve, todo para la decoración loca y extravagante, para crear fotos únicas e hilarantes. El humor es su mantra principal para ironizar con un estilo más viejo que el pedo, pero que las nuevas modas han convertido en mainstream.
Ser hipster no significa llevar barba y camisa a cuadros, de hecho ser hipster no debería significar nada, porque las etiquetas no son para los hipster. Pero si el mundo se empeña, os reconocemos que Brandon Baker hace de esta etiqueta un arte. Hace lo que le da la gana con sus fotografías, arriesga, sale feo, guapo y regular, disfruta de lo que crea, y sobre todo no deja de imaginar, de idear locuras, y belleza o atrocidad, sin importarle tres pitos el resultado final. Y por eso mola. Porque es descarado e irreverente. Porque se calza lo que quiere, lo retrata y nos lo regla tal cual. Para el que le guste y para el que no. Y es que igual que el hábito no hace al monje, la barba no hace al hipster, unicamente lo decora.
